Los ejemplos de la tabla (22) son una muestra representativa del patrón acentual a nivel léxico que tiene la lengua. (En ellos, el linde silábico se marca con “.” y el acento con “‘”).
Tabla 22. Patrón acentual
Según los ejemplos de (a), el huasteco no distingue entre las sílabas CV y CVC para la asignación del acento, ambos tipos funcionan de la misma manera. Esto quiere decir que las consonantes en coda no contribuyen al peso de la sílaba. El patrón acentual es fuerte-débil, por lo que corresponde a un patrón trocaico. En los ejemplos de (b) apreciamos que la lengua es sensible a la cantidad, ya que si hay una sílaba con vocal larga, ésta atrae el acento. La prominencia acentual de las palabras fonológicas se basa en los tres tipos de pies trocaicos de (18): un pie constituido por dos sílabas, por una sílaba pesada o bien una sola sílaba para los monosilábicos (Kager 2007).
18. Pies métricos trocaicos-moraicos
Con lo dicho hasta aquí se puede disipar parte de la duda sobre la adjunción de las consonantes en coda. Dado que son inertes al peso silábico, no podrán ser la cabeza de una mora independiente, lo que reduce solo a dos las posibilidades de adjunción: que se liguen al nodo σ, o bien que compartan la mora de la vocal precedente.
Maddieson y Ladefoged (1993), plantean que la estructura moraica tiene consecuencias en la duración segmental, hecho que corroboramos con las vocales largas, cuya estructura es bimoraica. Respecto de las consonantes en coda, es lícito preguntarse si el hecho de ser inertes al peso silábico repercute en la longitud de la vocal precedente y/o en su propia duración cuando ocupan esa posición en la sílaba. De ser así requeriremos estructuras como las de (19), en las cuales las posiciones moraicas están compartidas entre la vocal y la consonante29.
19. Estructuras moraicas compartidas
a.) Sílabas ligeras
b.) Sílabas pesadas
En realidad, las estructuras anteriores predicen cuatro grados de duración fonética para las vocales y dos para las consonantes, a saber: las vocales largas tendrán mayor duración que las vocales largas seguidas por consonante; de la misma manera, las vocales breves tendrán mayor duración que las vocales breves seguidas por consonante. Se espera también que las consonantes en coda tengan una duración menor que aquellas que son inicio, presentando una duración menor las que siguen a una vocal larga. La escala de las seis duraciones fonéticas esperadas queda resumida en (20).
20. Duraciones fonéticas esperadas de vocales y consonantes
Vocales
Consonantes
Con el fin de comprobar las predicciones anteriores, se midió la longitud de los segmentos, en sílaba tónica, de cuatro tipos de sílaba: ligeras (V.C), (VC.) y pesadas (VV.C) y (VVC.), que son los tipos que presenta la lengua. Las segmentaciones se realizaron con ayuda del oscilograma y el espectrograma correspondiente, se tomaron 10 palabras de cada tipo silábico, dichas en aislamiento, en los dos hablantes. Las siguientes figuras son un ejemplo de ello.
Figura 17. Duración vocálica contrastiva. Corresponden a ‘vapor’ (izq.) y a ‘espina’ (der.)
Figura 18. Duración contextual en vocales y consonantes. Corresponden a ‘caña’ (izq.) y a ‘doblado’ (der.)
Las mediciones efectuadas de la duración en consonantes y en vocales arrojaron los promedios consignados en 21 (a y b).
21. a). Valores promedio de la duración, en ms, de la vocal y de la consonante
V. | C | V | C. | VV. | C | VV | C. | |
Duración | 92 | 133 | 75 | 116 | 154 | 115 | 124 | 67 |
b) Proporciones de duración
i) Vocales
V V. C > | V V C. > | V . C > | V C. | |
Duración | 154 | 124 | 92 | 75 |
ii) Consonantes
V.C > | VC.> | V V.C | V VC. | |
Duración | 133 | 116 | 115 | 67 |
Los resultados anteriores son claros respecto del acortamiento fonético que sufren los segmentos según la estructura silábica en la que se encuentren. En primer término, notemos que el contraste entre vocal corta y larga se sigue reflejando en lo fonético: 154 ms, frente a 92 ms cuando dichas vocales están en sílaba libre y 124 ms, frente a 75 ms, cuando les sigue una consonante. Notemos también que las cifras anteriores reparten, por así decirlo, las duraciones segmentales de acuerdo al número de moras que tenga la sílaba. Así, una vocal larga seguida de consonante acorta su longitud para poder compartir las dos moras disponibles entre las tres melodías; de la misma manera, una vocal corta seguida de consonante disminuye su longitud para hacer que la consonante comparta la mora disponible. En el caso de las consonantes ocurre lo mismo, ya que éstas miden más cuando no son codas y disminuyen su longitud cuando sí lo son. Estos hechos, al tiempo que se corresponden con las representaciones de (19), cancelan la posibilidad de que la consonante se adjunte al nodo σ, ya que con ello no se daría cuenta del acortamiento que sufren los segmentos30.
El patrón acentual que hemos visto para los ítems de la tabla (22) es también el patrón que siguen las palabras compuestas. Veamos algunos ejemplos.
Tabla 23. Patrón acentual en compuestos
A diferencia de los ejemplos vistos hasta ahora, la lengua presenta un tipo particular de formaciones en las cuales hay dos acentos primarios. Se trata de la sufijación del morfema -tal con el significado de “totalidad” (como en [ʔiniktal] ‘cuerpo’ donde se sufija a ‘hombre’) seguido por -aab, cuya sufijación dota a las bases de la cualidad de lo abstracto. He aquí los datos.
Tabla 24. Dos acentos primarios en las formaciones de nombres abstractos
Aun cuando -talaab no es una palabra independiente, sino una concatenación de sufijos, los dos acentos primarios revelan la necesidad de analizarlos como dos palabras fonológicas independientes, según las representaciones siguientes para ‘brujería’. (En ellas ω representa la palabra fonológica, el asterisco indica la sílaba tónica y la átona se marca con el punto).
22. Representación prosódica para las formaciones con los sufijos -tal-aab
Consonantes